Este 24 de marzo, lxs jóvenes y quienes militamos en el Partido Coalición Cívica ARI volvemos a marchar junto a la organización Memoria, Verdad, y Justicia.
Nosotros no olvidamos lo que ocurrió en estas tierras: marchamos porque no olvidamos la obediencia debida ni el punto final; marchamos porque no olvidamos los indultos; marchamos porque no olvidamos el saqueo económico, el modelo de hambre, la matriz de corrupción, la criminalización de la protesta; marchamos porque no olvidamos la complicidad del poder económico y también de muchos sindicatos; marchamos porque no olvidamos la reacción apática de una sociedad que decidió no saber; marchamos porque no olvidamos el plan sistemático para masacrar y asesinar a compañerxs en todo el país. Este 24 de marzo volvemos a marchar porque la causa está vigente, los Derechos Humanos que fueron masacrados durante la dictadura aún hoy son causa de "locos", "terroristas" y "obstaculizadores".
La causa de los Derechos Humanos es la causa de una nación que resistió la opresión del poder en la más completa soledad. Es hija de esas Madres y nieto de esas Abuelas, de esos padres, de esos hermanos, de lxs jóvenes militantes, de la resistencia de muchxs sindicalistas, de muchxs políticxs, de abogadxs, médicxs, docentes, y millones de anónimxs.
Con la vuelta de la democracia, volvió la vida a la Nación sin ser esto suficiente porque no existe democracia sana sin justicia. Y fue entonces que la fuerza de aquellxs que siempre lucharon fue la que impulsó los juicios a las Juntas Militares. Ese camino de lucha hacia la verdad y la justicia debió enfrentarse también a derrotas históricas como las que representaron las leyes de la impunidad y los indultos; pero seguía latente la memoria, esas organizaciones y esxs anónimxs no detuvieron su lucha y lograron la nulidad. Esta causa es de todos los argentinos y de todas las argentinas, y los intentos de manipulación política lo único que hacen es acotar la historia de un pueblo. Hoy la sociedad está decidida en no perder la memoria y esta es la victoria más importante.
Hoy no solamente denunciamos la falta de reformas en el sistema represivo del Estado, la militarización de las fuerzas policiales, la autarquía de los aparatos de seguridad y el estancamiento de muchos juicios ya iniciados. También denunciamos que este gobierno está retrocediendo el camino avanzado por las organizaciones sociales al aplicar medidas abocadas a la represión y criminalización de la protesta social. Son ejemplos del retroceso que combatimos la aprobación de la Ley Antiterrorista y la creación del Proyecto X, símbolos de la política represiva que este gobierno impone a la sociedad en su totalidad.
También denunciamos que el modelo de hambre sigue vigente en la Argentina, el saqueo de los bienes naturales comunes y la concentración de poder económico que se mantienen a pesar de los casi 30 años democracia. Las prácticas extractivistas de la megaminería contaminante son protegidas desde el gobierno de forma sistemática, otorgando exenciones impositivas, la más plena impunidad para realizar tareas de inteligencia y entregando la libre disponibilidad de las fuerzas del Estado para reprimir al Pueblo. No es una novedad el incremento de herramientas represivas en tiempos de ajuste económico para defender al empresariado nacional y extranjero, nuevamente se está postergando la deuda social en función de pagar una deuda ilegítima.
¿Cuál es el rol de la juventud hoy? Lxs jóvenes no pueden ser expectantes o simples cronistas de los avances y retrocesos de la sociedad en la lucha por los Derechos Humanos: ésta es una causa que tiene plena vigencia y que necesita que sea nuestra generación la que luche por las banderas que han quedado postergadas. Nuestro rol en la historia de los delitos de lesa humanidad es darle sentencia firme a todas las causas y prisión común y efectiva a los represores. Es nuestro deber luchar contra el modelo económico concentrado, que es la continuidad del sistema que llevó a la muerte a compañerxs durante toda la historia de nuestro país. La juventud tiene un lugar histórico imprescindible: tiene que transitar la vanguardia de las reivindicaciones sociales.
Por ello decimos que esta no es una movilización más porque en toda la Argentina marcha la historia de una nación masacrada. Nosotrxs como jóvenes militantes no estamos dispuestos a soportar la reaparición de leyes represivas y de prácticas ilegales que criminalizan los derechos políticos. Tampoco la represión de los pueblos de Tinogasta, Belén, Andalgalá, Campana y Chilecito, y de los pueblos originarios que reclaman justamente sus tierras ancestrales. No toleraremos que se continúe otorgando libertad de espionaje a las fuerzas represivas nacionales y locales.
Lxs jóvenes que militamos en el Partido Coalición Cívica ARI marchamos este 24 de marzo porque queremos justicia para los crímenes de lesa humanidad, y también marchamos porque entendemos que la democracia aún tiene deudas enormes. No se trata de optar por una u otra alternativa: tenemos que dar juicio y castigo a los represores, y también tenemos que luchar contra la violación de los Derechos Humanos que se perpetúa hasta la actualidad.
Decimos NO a la impunidad de ayer y de hoy exigiendo: urgente derogación de la Ley Antiterrorista y fin a la criminalización de la protesta social. Creemos en una concepción distinta del poder, una concepción más acabada de la democracia, donde proteger la diversidad cultural, garantizar el libre ejercicio de los derechos políticos y terminar con el hambre son la prioridad.
Esta juventud está plantada y recordando a lxs compañerxs desaparecidxs marcharemos exigiendo el fin de la impunidad en la Argentina.
Jóvenes Coalición Cívica ARI
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