RETENCIONES: un relato de ciegos, sordos y mudos

CIEGO, SORDO Y MUDO *Por Pablo Juri

Todo problema tiene una causa, un inicio, un momento y un hecho que le dan origen. Vayamos al origen del problema que hoy nos tiene en vilo a gran parte de la sociedad: Las retenciones al campo, ¿o debo decir, el aumento a los Derechos de exportación a la soja para desalentar su avance que destruye bosques, montes y economías regionales? o tal vez, ¿una medida inconsulta tomada a días de la cosecha gruesa de soja con un objetivo exclusivamente recaudatorio?


Análisis y Opinión Personal

Económicamente: Los derechos a la exportación son una herramienta de política fiscal válida, que renacieron en 2002 para financiar los planes sociales. En valores absolutos, la recaudación del derecho, sigue directamente al precio del commoditie, sin necesidad de aumentar el impacto mediante el uso de alícuotas móviles. Si creo que en caso de que el precio caiga considerablemente, acondicionar las alícuotas para evitar una presión exagerada sobre el beneficio del productor. La movilidad implica decirle al productor que su sube el precio, le retengo de más, pero me olvido totalmente del aumento de los costos. Gran parte de los insumos y arrendamientos que pagan los productores, van atados al precio del cultivo, si sube el precio internacional, aumenta el costo y encima, con este esquema, también le aumentan la retención. Es una condena a mediano plazo, ningún productor podría sobrevivir en caso de darse ese aumento de costos. Por otro lado, hay una cuestión no menos importante que es el tema de coparticipación. El cobro de los derechos de exportación, son atributos exclusivos del estado federal, no siendo coparticipables. Al aumentar retenciones, se reducen en gran parte los fondos que recibirían las provincias por la disminución de la recaudación de otros impuestos que si son coparticipables, como es el Impuesto a las Ganancias. Esto no hace más que alimentar la sospecha de que el gobierno nacional quiere controlarlo TODO.
El monto de la alícuota tiene que ser el resultado de un estudio serio en los costos del productor / exportador y nunca, bajo ninguna excusa, que surja de las necesidades temporales de financiamiento del estado o de la ambición de poder de los gobernantes de turno.

Socialmente: La gente no es ignorante, ese es el gran error del político. Hasta el más desentendido de temas de política económica sabe sin dudas, que la intención del gobierno fue el de hacerse con una caja con mas plata, para tener mas margen para “comprar” intendentes, gobernadores, votantes, y demás actores de la vida institucional del país. La ambición de la Presidenta fue castigada, perdió popularidad y se le acabo el margen para este tipo de maniobras sucias, tapadas bajo la débil coartada de “querer desalentar la sojización”.
O pésima estrategia política/social o pésimos asesores. De una u otra forma, somos los demás los que vamos a seguir pagando la inflación de la góndola y tolerando escuchar los índices oficiales
El campo, en general, esta de acuerdo con las retenciones, ellos gozan de un tipo de cambio artificial que los beneficia fabulosamente, y por ello, bien en el fondo, están totalmente dispuestos a que se les retenga un porcentaje del precio de venta del cultivo. El problema es QUÉ se hace con esos fondos.... ¿Distribución de la riqueza?
Uno paga los impuestos, pero exige a cambio, ciertos servicios básicos, infraestructura, caminos, diques, vías ferrocarriles,¿es mucho pedir?

Conclusión:

Las retenciones son validas y deben existir, con alícuotas coherentes, similares a las del 10 de Marzo. El Campo no tiene razón en todo, no puede acudir a la cortada de las rutas sin movérsele un pelo, no pueden creerse los dueños de la recuperación económica y mucho menos pueden comparar el sueldo de un empleado con las ganancias por la exportación de millones de toneladas de soja.
A los argumentos del gobierno no vale la pena analizarlos, son todas excusas para agrandar la caja, y por ende el control absoluto de todo. Al medio quedamos el resto, mucho más de acuerdo con la postura del campo, que es la más razonable, pero con las salvedades sobre las modalidades de protesta que distan mucho de ser democráticas.
Mi solución es simple. Votar con conciencia. El Voto es una de nuestras pocas armas, y hay que usarla con responsabilidad, como cualquier arma. Ustedes se preguntaran, ¿Qué tiene que ver el voto con las retenciones? ABSOLUTAMENTE TODO. Para llegar a esto, primero tuvimos que elegir este gobierno, luego a los diputados y senadores que votaron los superpoderes, y luego con esos superpoderes el ejecutivo decidir la implantación de las retenciones móviles. Por supuesto sin pasar por el congreso, ni tomarse un tiempo para el estudio de la medida, ni absolutamente NADA.
Toda problema tiene su origen, y nuestro problema es el no definirnos como sociedad, el no votar con conciencia, el no participar y comprometerse. Si todos nos quedamos con que la política es sucia y corrupta, ¿¿quien va a meterse a limpiarla??. No es cuestión de esperar 4 años y en dos días decidir nuestro voto. Es cuestión de meterse, interesarse, informarse y participar.
Los que nos pasa hoy con el campo y las retenciones, es una muestra más de los abusos del poder, que los ciudadanos por mirar a otro lado, permitimos y avalamos. Y eso nos hace, por acción u omisión, Cómplices.



Pablo R. Juri - 22/05/2008
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4º Orden de Merito Concurso de opinión sobre Retenciones. FCE - UNC