Nota de Opinión de Jxi...
Algunas consideraciones acerca de la Libertad Sindical: La importancia de la elección interna en la CTA
Son varios los antecedentes jurídicos nacionales e internacionales (recomendaciones de la OIT) que hace años vienen sosteniendo la urgencia y necesidad que nuestro País adecúe sus normas a los efectos de garantizar efectivamente la libertad sindical.
En el caso ATE (sindicato integrante de la central CTA), del día 12 de noviembre del 2008, la Corte Suprema de Justicia abrió las puertas para que en todo el país se garantice dicho principio jurídico.
En apoyo de su decisión, la Corte citó el artículo 14 bis de la Constitución nacional y una extensa lista de acuerdos y tratados internacionales, como la Declaración de los Derechos y Deberes del Hombre, la Declaración Universal de Derechos Humanos, la Declaración de Derechos Civiles y Políticos, la Convención Americana de Derechos Humanos y los convenios de la OIT. Para la Corte, todos esos instrumentos siguen al tratado de Versalles, de 1919, que constituyó la OIT y que reconoció el principio de libertad sindical.
Según la Corte, el convenio número 87 de la OIT estableció la obligación de los países de poner en práctica el pluralismo sindical, de modo que todos los/as trabajadores/as, sin distinción ni autorización previa, tengan el derecho de constituir las organizaciones que estimen convenientes, así como afiliarse a ellas. Las autoridades no deben obstruir ese derecho.
Recientemente -expresa la Corte-, la Comisión de Expertos de la OIT recordó al Estado argentino que la mayor representatividad de un gremio tiene límites: "No debería implicar para el sindicato que la obtiene privilegios que excedan de una prioridad en materia de representación en las negociaciones colectivas, en la consulta por las autoridades y en la designación de delegados ante organismos internacionales", aconsejó.
El 20 de mayo del 2009 la gobernadora de Tierra del Fuego Fabiana Ríos, a través de un decreto, ratificó un convenio que suscribió con la CTA, reconociendo a aquella central como actor gremial válido, y promoviendo la inscripción incluso de otras centrales obreras. Obviamente, la CGT recurrió la decisión en la justicia.
Existen numerosos casos de países en los cuáles se hacen presentes varias centrales sindicales que defienden adecuadamente los intereses de los trabajadores/as, por lo tanto la existencia de diversas centrales no implica un debilitamiento de la posición de fuerza del movimiento obrero, principal argumento de los defensores del status quo sindical representado por la burocrática e ineficiente CGT al momento de defender los derechos de los trabajadores. Entendemos que, en muchos casos, esa avidez por defender el unicato sindical se debe a que desean seguir manteniendo el monopolio de los negocios espurios que realizan dichos dirigentes con el escudo de la CGT en sus espaldas.
Un ejemplo es España, en la cual se hacen presentes la U.G.T (Unión General de Trabajadores/as, de corte socialdemócrata) y las CC.OO. (Comisiones Obreras, cercanas al partido comunista). Ambas tienen sus políticas absolutamente autónomas entre sí, traslucen sus diferencias ideológicas sin disimulo, pero obviamente no se cierran a acordar acciones en conjunto tales como la convocatoria a huelgas generales ante determinadas coyunturas como la actual, generada por el ajuste fiscal aplicado sorpresivamente por el gobierno.
En Francia existen dos centrales obreras principales: la CFDT (centroizquierda) y la CGT (históricamente comunista). En la actualidad ambas enfrentan la política xenófoba y antiobrera del derechista presidente francés Sarkozy.
En nuestro país, hace años que está en la agenda de discusión política el principio de libertad sindical.
El jueves 23 de septiembre se desarrollarán las elecciones directas de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA). Participarán del acto electoral más de 1.400.000 afiliados para elegir sus conducciones a nivel nacional, provincial, regional y local. Además, y por segunda vez consecutiva desde su fundación, se elegirán delegados congresales provinciales y nacionales. Hugo Yasky, afín al Gobierno Nacional y Pablo Michelle, entre otros, se disputarán la conducción de dicha central obrera.
Entendemos que dicho proceso eleccionario interno no debe ser pasado por alto, toda vez que el mismo tiene una gran relevancia para el futuro de la CTA, además de abrir un debate interesante acerca de las contradicciones del Gobierno Nacional y de algunos dirigentes de dicha Central Obrera respecto de la libertad sindical.
La CTA es una central de trabajadores, ocupados y desocupados, fundada sobre tres conceptos esenciales: la afiliación directa, una democracia plena y la autonomía política.
El 14 de noviembre de 1992, frente a la entrega y la traición del sindicalismo empresario argentino, los integrantes de diversos sindicatos y nuevas organizaciones territoriales y gremiales formaron dicha central con la idea de instrumentar un nuevo modelo sindical basado en éstos tres preceptos, fundamentales para la construcción cotidiana de la fuerza de los trabajadores.
La CTA viene dando una interesantísima lucha en favor de la libertad sindical, en contraposición al modelo hegemónico de la CGT que pregona y defiende al unicato sindical.
Hoy, resulta cuanto menos contradictorio que ciertos sectores de la CTA defiendan y se enrolen con el modelo político impulsado por el matrimonio Kirchner, toda vez que dicho modelo defiende y protege el unicato sindical, además de favorecer con negocios dudosamente otorgados, a Hugo Moyano, su actual Secretario General.
Históricamente la agrupación Jóvenes x la Igualdad ha defendido el principio de libertad sindical, no solo estando presente en todos aquellos conflictos donde se vieran avasallados los derechos colectivos de los trabajadores (Casino de Buenos Aires, Kraft-Foods Terrabusi, Pabsa, Lear, Impresoras FP, etc.), sino también lo hemos expresado en diversos proyectos presentados por nuestros representantes legislativos, a saber: en la Legislatura de la Ciudad hemos propuesto reconocer a la CTA en la jurisdicción porteña y crear un registro de Sindicatos y de Centrales sindicales de la Ciudad de Bs. As, y en el Congreso de la Nación hemos presentado un proyecto (Nulidad de los despidos discriminatorios) a los efectos de proteger a aquellos trabajadores que son despedidos por cuestiones sindicales y hemos presentado varios proyectos modificando la actual Ley de Asociaciones Sindicales (23.551), todos ellos destinados a garantizar el principio de libertad sindical.
Hoy, una vez más, queremos expresar nuestro compromiso político con la defensa de la libertad sindical y por ende aprovechar la oportunidad para traer a la reflexión de todos y todas el actual momento en que vive el movimiento obrero argentino.
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Son varios los antecedentes jurídicos nacionales e internacionales (recomendaciones de la OIT) que hace años vienen sosteniendo la urgencia y necesidad que nuestro País adecúe sus normas a los efectos de garantizar efectivamente la libertad sindical.
En el caso ATE (sindicato integrante de la central CTA), del día 12 de noviembre del 2008, la Corte Suprema de Justicia abrió las puertas para que en todo el país se garantice dicho principio jurídico.
En apoyo de su decisión, la Corte citó el artículo 14 bis de la Constitución nacional y una extensa lista de acuerdos y tratados internacionales, como la Declaración de los Derechos y Deberes del Hombre, la Declaración Universal de Derechos Humanos, la Declaración de Derechos Civiles y Políticos, la Convención Americana de Derechos Humanos y los convenios de la OIT. Para la Corte, todos esos instrumentos siguen al tratado de Versalles, de 1919, que constituyó la OIT y que reconoció el principio de libertad sindical.
Según la Corte, el convenio número 87 de la OIT estableció la obligación de los países de poner en práctica el pluralismo sindical, de modo que todos los/as trabajadores/as, sin distinción ni autorización previa, tengan el derecho de constituir las organizaciones que estimen convenientes, así como afiliarse a ellas. Las autoridades no deben obstruir ese derecho.
Recientemente -expresa la Corte-, la Comisión de Expertos de la OIT recordó al Estado argentino que la mayor representatividad de un gremio tiene límites: "No debería implicar para el sindicato que la obtiene privilegios que excedan de una prioridad en materia de representación en las negociaciones colectivas, en la consulta por las autoridades y en la designación de delegados ante organismos internacionales", aconsejó.
El 20 de mayo del 2009 la gobernadora de Tierra del Fuego Fabiana Ríos, a través de un decreto, ratificó un convenio que suscribió con la CTA, reconociendo a aquella central como actor gremial válido, y promoviendo la inscripción incluso de otras centrales obreras. Obviamente, la CGT recurrió la decisión en la justicia.
Existen numerosos casos de países en los cuáles se hacen presentes varias centrales sindicales que defienden adecuadamente los intereses de los trabajadores/as, por lo tanto la existencia de diversas centrales no implica un debilitamiento de la posición de fuerza del movimiento obrero, principal argumento de los defensores del status quo sindical representado por la burocrática e ineficiente CGT al momento de defender los derechos de los trabajadores. Entendemos que, en muchos casos, esa avidez por defender el unicato sindical se debe a que desean seguir manteniendo el monopolio de los negocios espurios que realizan dichos dirigentes con el escudo de la CGT en sus espaldas.
Un ejemplo es España, en la cual se hacen presentes la U.G.T (Unión General de Trabajadores/as, de corte socialdemócrata) y las CC.OO. (Comisiones Obreras, cercanas al partido comunista). Ambas tienen sus políticas absolutamente autónomas entre sí, traslucen sus diferencias ideológicas sin disimulo, pero obviamente no se cierran a acordar acciones en conjunto tales como la convocatoria a huelgas generales ante determinadas coyunturas como la actual, generada por el ajuste fiscal aplicado sorpresivamente por el gobierno.
En Francia existen dos centrales obreras principales: la CFDT (centroizquierda) y la CGT (históricamente comunista). En la actualidad ambas enfrentan la política xenófoba y antiobrera del derechista presidente francés Sarkozy.
En nuestro país, hace años que está en la agenda de discusión política el principio de libertad sindical.
El jueves 23 de septiembre se desarrollarán las elecciones directas de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA). Participarán del acto electoral más de 1.400.000 afiliados para elegir sus conducciones a nivel nacional, provincial, regional y local. Además, y por segunda vez consecutiva desde su fundación, se elegirán delegados congresales provinciales y nacionales. Hugo Yasky, afín al Gobierno Nacional y Pablo Michelle, entre otros, se disputarán la conducción de dicha central obrera.
Entendemos que dicho proceso eleccionario interno no debe ser pasado por alto, toda vez que el mismo tiene una gran relevancia para el futuro de la CTA, además de abrir un debate interesante acerca de las contradicciones del Gobierno Nacional y de algunos dirigentes de dicha Central Obrera respecto de la libertad sindical.
La CTA es una central de trabajadores, ocupados y desocupados, fundada sobre tres conceptos esenciales: la afiliación directa, una democracia plena y la autonomía política.
El 14 de noviembre de 1992, frente a la entrega y la traición del sindicalismo empresario argentino, los integrantes de diversos sindicatos y nuevas organizaciones territoriales y gremiales formaron dicha central con la idea de instrumentar un nuevo modelo sindical basado en éstos tres preceptos, fundamentales para la construcción cotidiana de la fuerza de los trabajadores.
La CTA viene dando una interesantísima lucha en favor de la libertad sindical, en contraposición al modelo hegemónico de la CGT que pregona y defiende al unicato sindical.
Hoy, resulta cuanto menos contradictorio que ciertos sectores de la CTA defiendan y se enrolen con el modelo político impulsado por el matrimonio Kirchner, toda vez que dicho modelo defiende y protege el unicato sindical, además de favorecer con negocios dudosamente otorgados, a Hugo Moyano, su actual Secretario General.
Históricamente la agrupación Jóvenes x la Igualdad ha defendido el principio de libertad sindical, no solo estando presente en todos aquellos conflictos donde se vieran avasallados los derechos colectivos de los trabajadores (Casino de Buenos Aires, Kraft-Foods Terrabusi, Pabsa, Lear, Impresoras FP, etc.), sino también lo hemos expresado en diversos proyectos presentados por nuestros representantes legislativos, a saber: en la Legislatura de la Ciudad hemos propuesto reconocer a la CTA en la jurisdicción porteña y crear un registro de Sindicatos y de Centrales sindicales de la Ciudad de Bs. As, y en el Congreso de la Nación hemos presentado un proyecto (Nulidad de los despidos discriminatorios) a los efectos de proteger a aquellos trabajadores que son despedidos por cuestiones sindicales y hemos presentado varios proyectos modificando la actual Ley de Asociaciones Sindicales (23.551), todos ellos destinados a garantizar el principio de libertad sindical.
Hoy, una vez más, queremos expresar nuestro compromiso político con la defensa de la libertad sindical y por ende aprovechar la oportunidad para traer a la reflexión de todos y todas el actual momento en que vive el movimiento obrero argentino.
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