Cortina, Aguad, Rossi, Carrió y Bullrich, ayer en Congreso,
en el homenaje al prócer de la Primera Junta.
Congreso: inusual gesto de concordia política
Los diputados de todos los bloques dejaron de lado peleas y chicanas habituales. Y en la plaza del Congreso se juntaron en un homenaje a Mariano Moreno. Pasó luego del gigantesco festejo popular en las calles con que el país celebró sus 200 años.
Con una caminata compartida para dejar una ofrenda floral en el monumento a Mariano Moreno y una sesión en la que prevaleció la concordia, diputados oficialistas y opositores se mostraron a tono con lo que consideraron un "mensaje", una "señal incontrastable" o una "lección" de la ciudadanía en los festejos de los días previos. En el Congreso, la conmemoración del Bicentenario de la Revolución de Mayo generó una pausa en la confrontación acentuada a partir de diciembre, cuando el kirchnerismo dejó de controlar ambas Cámaras.
"¡Hemos llegado a la exageración de que (Federico) Pinedo se abrazara con Guillermo Moreno! El clima cambia los corazones", bromeó Felipe Solá en pleno recinto, en referencia al encuentro del jefe de bloque del PRO con el secretario de Comercio en la noche del martes
En el Salón de los Pasos Perdidos, el oficialista Alejandro Rossi le dio un abrazo a Ricardo Alfonsín y lo arengó para la interna de la UCR en la provincia de Buenos Aires: "¡Vos sos mi candidato!". El propio Solá, Elisa Carrió y Eduardo Macaluse, entre otros, elogiaron la organización de los actos por el Bicentenario. "Los días de fiesta son sagrados para los pueblos. Y todo fue perfecto, lo que hizo el Gobierno de la Ciudad y el Nacional", concedió la líder de la Coalición Cívica. La excepción la dio el discurso crítico de Oscar Aguad, jefe de la bancada radical, que generó un marcado malestar en Agustín Rossi, su par del oficialismo.
La conmemoración arrancó con una recorrida a pie hasta la Plaza de los Dos Congresos y miembros de todos los bloques coincidieron en una foto junto al monumento a Moreno. Luego, con unos 170 diputados, arrancó la sesión conmemorativa con un discurso del presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Ali Abdessalam Treki. Lo acompañó Jorge Argüello, embajador argentino ante esa organización. "En la peor de las adversidades hemos salido siempre adelante sin intentar homogeneizar el pensamiento de nadie. Este Bicentenario es la gran oportunidad de avanzar hacia algo distinto", aseguró Eduardo Fellner, presidente de la Cámara, al abrir la sesión.
Las intervenciones de Carrió, Solá, Pinedo, la socialista Mónica Fein, Alcira Argumedo (Proyecto Sur) y Horacio Alcuaz (GEN) evitaron la confrontación. Esta vez no hubo insultos ni desafíos a pelear entre Carlos Kunkel y los radicales. Rossi, en los últimos meses contrariado por los embates opositores, se mostró relajado y en un momento recorrió el recinto, saludó a Alfonso Prat Gay y a Gustavo Ferrari, se sentó a charlar con Solá. Y recibió aplausos de todo el recinto, un hecho inédito, cuando se refirió al reclamo por Malvinas y también al final de su discurso. Pero algún momento tenso no podía faltar.
Del mismo modo que Cristina Kirchner, Rossi trazó una comparación entre 1910 y la actualidad. "La Argentina creció estos 100 años, hoy tenemos una sociedad más inclusiva", sostuvo, y destacó que en los festejos "el pueblo nos dio una lección de grandeza a todos, hubo seis millones de personas y no se rompió ni una vidriera". De entrada, Aguad refutó las consideraciones de Rossi: "Cuando se celebró el Centenario se vivía un clima de optimismo y de futuro promisorio. En estos días la mayoría de nuestros compatriotas están desencantados por los interminables desencuentros". Y enunció cifras para marcar lo que consideró la "decadencia" del país. A los dos minutos, el jefe de bloque kirchnerista se levantó de su banca. "Encontrar a la prensa y a la libre circulación de las ideas como los responsables de los fracasos forma parte de una cultura autoritaria", insistió Aguad. En el oficialismo hubo lamentos porque Rossi ya había hablado y no pudo contestarle.
Después volvió el clima y los discursos conciliadores, los homenajes por los aniversarios de las muertes de Alfredo Bravo y Arturo Jauretche. ¿Podrá implicar un cambio, aunque fuera mínimo, en la actividad legislativa a puro choque en esta etapa? "Esperemos que esto no pase cada 200 años. En estos días vemos una fuerte demanda de que se reduzca la descalificación entre las fuerzas políticas", expresó optimismo Ricardo Alfonsín. "No vamos a seguir así, vuelve el trabajo y vuelven las diferencias. Pero con la esperanza de estos días, el trabajo es menos dificultoso", matizó Carrió. Los violines de la orquesta funcionaron como el cierre adecuado de una jornada dominada por una armonía inédita para el actual Congreso.
Fuente: Congreso: inusual gesto de concordia política - Clarín - 27/05/10
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