Todos con Boudou. El gabinete compró el discurso del ministro, y para todos ahora hay un “reacomodamiento de precios”.
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Nuevos cruces entre el gobierno y la oposición
La inflación recalienta la discusión política
Pese a las evidencias que ofrecen los supermercados, el Ejecutivo insiste en negar la existencia del proceso inflacionario. Desde el PJ disidente y la Coalición Cívica pidieron medidas para detener las subas.
El gobierno nacional insistió ayer en negar la existencia de inflación y volvió a calificar el fenómeno como un “reacomodamiento de algunos precios”, al tiempo que el director del INDEC, Norberto Itzcovich, admitió que hay “preocupación” por la suba del Índice de Precios al Consumidor (IPC).
Desde la oposición redoblaron las críticas contra la actitud que exhibe el oficialismo frente al incremento de los precios y hubo opiniones de referentes, como el diputado Alfonso Prat-Gay, el ex presidente Eduardo Duhalde y el sindicalista Luis Barrionuevo exigiendo medidas.
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, fue el encargado de efectuar la defensa del Gobierno al ratificar que “hay reacomodamiento de algunos precios” porque “cuando uno habla de inflación, o definir completamente como inflación, tenemos que hablar de un aumento generalizado de precios y aquí hay muchísimos precios que no han sufrido aumentos, fundamentalmente en las tarifas”.
Fernández se encargó también de negar que el Ejecutivo evalúe aumentar a 300 pesos la Asignación Universal por Hijo con el objetivo de recuperar lo perdido en el poder adquisitivo por la suba de la canasta básica.
En la misma línea el ministro del Interior, Florencio Randazzo, indicó que “hoy se miente haciendo referencia a modificaciones que haría el Gobierno, porque se busca deslegitimar una medida que ha sido revolucionaria, ya que su implementación permitió aumentar un 25% la matrícula escolar de este año”.
En tanto, el director del INDEC, Norberto Itzcovich, reconoció que le “preocupa” la suba del Índice de Precios al Consumidor (IPC) pero subrayó que “casi todo el aumento de precios se debe a la carne”.
“Cada vez que sube un precio, a mí como consumidor me preocupa siempre, ahora y hace años”, afirmó Itzcovich, y puntualizó que “se reflejó claramente en el índice de precios una suba en la carne”.
El ex presidente Duhalde se sumó ayer a la polémica y sostuvo que la problemática de la inflación “no es un tema fácil de resolver en forma inmediata”, aunque reiteró que el gobierno nacional “tiene una incapacidad notoria sobre todo lo vinculado a la economía y la producción”.
El sindicalista Luis Barrionuevo se expresó en términos más duros respecto del oficialismo al cuestionarlo por la situación “inflacionaria que se vive aceleradamente” en el país, y sostuvo que con la administración kirchnerista “no hay una garantía de una política estable económica”.
Además, el ex diputado consideró que “uno de los grandes problemas” del Gobierno es que “niega la realidad” de que aumenta la inflación en la Argentina, mientras que el ministro de Economía, Amado Boudou, expresó que lo que está pasando son “reacomodamientos de precios”.
Sobre la estrategia que plantea la oposición para contener esta amenaza, el diputado de la Coalición Cívica-ARI Alfonso Prat-Gay aclaró que “no es cierto” que pretenda enfriar la economía para detener el avance de la inflación y aseveró que ahora hay que “evitar que el Gobierno siga haciendo ajuste” a través del aumento de los precios.
El presidente de la Comisión de Finanzas de la Cámara baja advirtió que “en estos últimos 2 o 3 meses se ha desbordado” la inflación y “ya parece estar bastante acomodada en torno al 2 o 2,5 por ciento real”.
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La inflación recalienta la discusión política
Pese a las evidencias que ofrecen los supermercados, el Ejecutivo insiste en negar la existencia del proceso inflacionario. Desde el PJ disidente y la Coalición Cívica pidieron medidas para detener las subas.
El gobierno nacional insistió ayer en negar la existencia de inflación y volvió a calificar el fenómeno como un “reacomodamiento de algunos precios”, al tiempo que el director del INDEC, Norberto Itzcovich, admitió que hay “preocupación” por la suba del Índice de Precios al Consumidor (IPC).
Desde la oposición redoblaron las críticas contra la actitud que exhibe el oficialismo frente al incremento de los precios y hubo opiniones de referentes, como el diputado Alfonso Prat-Gay, el ex presidente Eduardo Duhalde y el sindicalista Luis Barrionuevo exigiendo medidas.
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, fue el encargado de efectuar la defensa del Gobierno al ratificar que “hay reacomodamiento de algunos precios” porque “cuando uno habla de inflación, o definir completamente como inflación, tenemos que hablar de un aumento generalizado de precios y aquí hay muchísimos precios que no han sufrido aumentos, fundamentalmente en las tarifas”.
Fernández se encargó también de negar que el Ejecutivo evalúe aumentar a 300 pesos la Asignación Universal por Hijo con el objetivo de recuperar lo perdido en el poder adquisitivo por la suba de la canasta básica.
En la misma línea el ministro del Interior, Florencio Randazzo, indicó que “hoy se miente haciendo referencia a modificaciones que haría el Gobierno, porque se busca deslegitimar una medida que ha sido revolucionaria, ya que su implementación permitió aumentar un 25% la matrícula escolar de este año”.
En tanto, el director del INDEC, Norberto Itzcovich, reconoció que le “preocupa” la suba del Índice de Precios al Consumidor (IPC) pero subrayó que “casi todo el aumento de precios se debe a la carne”.
“Cada vez que sube un precio, a mí como consumidor me preocupa siempre, ahora y hace años”, afirmó Itzcovich, y puntualizó que “se reflejó claramente en el índice de precios una suba en la carne”.
El ex presidente Duhalde se sumó ayer a la polémica y sostuvo que la problemática de la inflación “no es un tema fácil de resolver en forma inmediata”, aunque reiteró que el gobierno nacional “tiene una incapacidad notoria sobre todo lo vinculado a la economía y la producción”.
El sindicalista Luis Barrionuevo se expresó en términos más duros respecto del oficialismo al cuestionarlo por la situación “inflacionaria que se vive aceleradamente” en el país, y sostuvo que con la administración kirchnerista “no hay una garantía de una política estable económica”.
Además, el ex diputado consideró que “uno de los grandes problemas” del Gobierno es que “niega la realidad” de que aumenta la inflación en la Argentina, mientras que el ministro de Economía, Amado Boudou, expresó que lo que está pasando son “reacomodamientos de precios”.
Sobre la estrategia que plantea la oposición para contener esta amenaza, el diputado de la Coalición Cívica-ARI Alfonso Prat-Gay aclaró que “no es cierto” que pretenda enfriar la economía para detener el avance de la inflación y aseveró que ahora hay que “evitar que el Gobierno siga haciendo ajuste” a través del aumento de los precios.
El presidente de la Comisión de Finanzas de la Cámara baja advirtió que “en estos últimos 2 o 3 meses se ha desbordado” la inflación y “ya parece estar bastante acomodada en torno al 2 o 2,5 por ciento real”.
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OPINIÓN
Aunque el ministro no lo admita, la inflación es hambre
María Fernanda Reyes (Diputada nacional de la Coalición Cívica)
Podría discutir horas con Amado Boudou argumentando técnicamente por qué el aumento de precios se trata de inflación y no de un “reacomodamiento de precios”, como sostiene el ministro. Sin embargo, creo que esa discusión intelectual se torna insignificante cuando la realidad es mucho más contundente y no admite eufemismos ni expresiones que la suavicen. La inflación es el impuesto más regresivo y voraz de todos porque es pagado por toda la población. Pero, sobre todo, perjudica a los sectores más vulnerables, reduciendo los salarios, las jubilaciones y las asignaciones sociales y deteriorando, así, la capacidad de compra de los más pobres.
En un país donde la pobreza afecta a más del 30% de la población, donde el 80% de los jubilados cobra el haber mínimo, de 895 pesos, donde el 40% de los trabajadores están en negro y el 40% de los niños son pobres, el Gobierno no puede ocultar la inflación con el eufemismo de una “tensión de precios”. Hay que decirlo con todas las letras: la inflación es HAMBRE.
Los principales aumentos se produjeron en la canasta básica de alimentos. Mientras tanto, para el Gobierno, sólo hay un “acomodamiento estacional de los precios”, debido a los incrementos de la carne. Nadie quiere un ajuste y, aunque lo niegue, el Gobierno optó por implementarlo vía inflación.
El hambre es un delito y la inflación, hoy, es su principal arma. El Poder Ejecutivo debería hacer el ejercicio de hablar con quienes padecen las consecuencias de la negación sistemática que hacen de la realidad, en vez de intentar llevarnos a su “país virtual”.
Reservas, canje, deuda pública, crecimiento del producto, superávit fiscal… La economía no es una ciencia exacta y es bueno que no se la entienda así. Lo que no puede ocurrir es que sea ciega.
OPINIÓN
Aunque el ministro no lo admita, la inflación es hambre
María Fernanda Reyes (Diputada nacional de la Coalición Cívica)
Podría discutir horas con Amado Boudou argumentando técnicamente por qué el aumento de precios se trata de inflación y no de un “reacomodamiento de precios”, como sostiene el ministro. Sin embargo, creo que esa discusión intelectual se torna insignificante cuando la realidad es mucho más contundente y no admite eufemismos ni expresiones que la suavicen. La inflación es el impuesto más regresivo y voraz de todos porque es pagado por toda la población. Pero, sobre todo, perjudica a los sectores más vulnerables, reduciendo los salarios, las jubilaciones y las asignaciones sociales y deteriorando, así, la capacidad de compra de los más pobres.
En un país donde la pobreza afecta a más del 30% de la población, donde el 80% de los jubilados cobra el haber mínimo, de 895 pesos, donde el 40% de los trabajadores están en negro y el 40% de los niños son pobres, el Gobierno no puede ocultar la inflación con el eufemismo de una “tensión de precios”. Hay que decirlo con todas las letras: la inflación es HAMBRE.
Los principales aumentos se produjeron en la canasta básica de alimentos. Mientras tanto, para el Gobierno, sólo hay un “acomodamiento estacional de los precios”, debido a los incrementos de la carne. Nadie quiere un ajuste y, aunque lo niegue, el Gobierno optó por implementarlo vía inflación.
El hambre es un delito y la inflación, hoy, es su principal arma. El Poder Ejecutivo debería hacer el ejercicio de hablar con quienes padecen las consecuencias de la negación sistemática que hacen de la realidad, en vez de intentar llevarnos a su “país virtual”.
Reservas, canje, deuda pública, crecimiento del producto, superávit fiscal… La economía no es una ciencia exacta y es bueno que no se la entienda así. Lo que no puede ocurrir es que sea ciega.
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